pero lo hacemos igual

30 enero, 2010

Parte 1 - In for the kill

A ella la conocí en una red social y si bien ahí cero onda, cuando me agregó al msn supe que estaba hasta las manos. Yo la verdad no se leer esas cosas, pero con esta flaca era más que sabido.

Sin mucha relación la invité a mi cumpleaños: era un asado+terraza+pileta+ron. Mucho ron. El plan compraba y yo ese día estaba bueno. Además, que ella viniera me venía bárbaro para darle celos a la cheta boluda. Nos pasamos hablando buena parte de la noche mientras la otra miraba de reojo y no lo podía creer. Yo le histeriqueaba un poquito pero me hacía el boludo, como si fuese mi diálogo normal. Ella podía sentirlo pero no estaba del todo segura, yo manejaba los tiempos. Era MI terraza, MI cumpleaños. Los libros dicen que no te apretás al cumpleañero y si lo hacés es al final de todo y cuando nadie los ve, es como un premio.

Me la pasé tocándole la cintura casualmente y mirándola a los ojos. Igual no apretamos, no estaba en mis planes, sólo quería dejar el terreno allanado; después de todo esa noche me iba a atender la cheta aunque se muriese de celos porque no le daba la hora. Estaba todo calculado.

Cuando la despedí le agradecí, la retuve 2 segundos (premeditados) en el ascensor, la abracé, beso en la mejilla, y le di la espalda. Lo último que iba a ver era mi espalda.

Estaba todo pensado y encaminado.

1 comentarios:

Manuel Lunari dijo...

no se si lo que siento en este momento por vos es un leve celo por usar tantas cosas que yo uso, o una descomunal admiracion por la pericia con que lo usas