Estaba así sin el gorrito coya, con las piernas abiertas y pies sobre el sillón. Vino de la cocina para abordarme sin ningún reparo. No me dejó levantarme y empezó a entretenerse conmigo. Yo sentada con las rodillas separadas, podía seguir viendo la pantalla mientras el otro bajaba y ponía en práctica sus spirit fingers. Cuando el programa se estaba poniendo medio borroso él hizo una maniobra que me hizo ver las estrellas: implementó el pulgar. No sé si fue por mi posición, si el lo re sabe usar o whatever, pero muchachos me hizo ver las estrellas y más.
Recomiendo fuertemente
el uso del pulgar en el sexo oral.
Haganme caso, poster.
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