pero lo hacemos igual

16 octubre, 2013

Caprichito non-stop

Sobre el recital de The xx y mi mood de querer coger(lo).

Acabo de volver de ver tocar a The xx y no sé por donde canalizar mis ganas de coger. El autoamor me parece tan burdo en este momento que me deprime. Me deprime no poder coger tan genial como el chabón se movía sobre el escenario con su bajo. Bajista mata galan. Necesito cogerme a este pibito, como sea, aunque sea gay y sea chiquito (o no sé que tan chico). Es más, me los puedo coger a los tres, no tengo ningún problema. Me urge. Hace mucho que no me agarra un capricho por garchar y jamás me había pasado con un *imposible*. Me frustra.

Creo que la música y el mood franela de todos en recital ayudó un poco. Me cebé. Me cebó la musiquita, la pepa, las lucecitas, la musiquita en sincronía con las lucecitas, poder bailar con los ojos cerrados tocando gente desconocida y que esté todo bien. También me cebó la minita que sin querer me empezó a hacer mimos en la espalda, los gays bailando y apretando, el chabon, esos chupines, el culo en esos chupines, que sea gay, su voz, *SU VOZ*. Todo, todo, confluyó a que me dieran terribles ganas de coger (con el pibito). Ni si quiera pienso llamar al de turno, porque me deprimiría, sería nefasto, aunque no se me haya pasado el mambo y sé que va a ser divertido al menos. Paranoiqueo con que todo salga mal. Lo quiero a ese y lo quiero ahora, sino no me sirve.

A veces me embola ser tan hija única caprichito y tan pajera a la vez. Me juega en contra. Tengo 5 años otra vez y quiero que fulano guste de mi. Me enojo. Esto es un juego y perdí como una campeona.

1 comentarios:

Fragile dijo...

Me quedé con TODAS las ganas de ir.