pero lo hacemos igual

23 octubre, 2013

viejos huesos revival

Cuando tenía 14 años me jodía que las cosas con las minitas no saliesen como quería. Era impaciente y ansioso. En algún momento crecés y entendés cuál es el truco de "el tiempo". En esa nueva paciencia entendí que no importaba si con ella dejábamos de vernos y no volvíamos a apretar, porque de alguna forma siempre tenés revancha o segundas oportunidades. Sobre todo con coger. Si antes solo chapaban y hoy estás más lindo y sos más copado, muy probablemente cuando te la vuelvas a cruzar ella te vea y se quiera sacar la duda de cómo cogés. A veces la oportunidad puede aparecer a los pocos meses y otras veces la oportunidad puede aparecer muchísimo más tarde. 

Mi consejo: dejá atrás a la minita, sacudite la frustración, encaráte a la próxima y seguí sumando kilómetros, porque el día que la vida te guiñe el ojo y te ponga de frente a la nueva oportunidad no vas a tener excusas para no dar lo mejor de vos.

2 comentarios:

Yoko dijo...

y a la inversa tmb es glorioso.

Luan dijo...

buen post.