Nuestros récords

"Seguro que no voy preso por esto, no?" Yo ya estaba en corpiño a pasos de su cama y él a medio camino de desabrocharse la camisa. Me reí fuerte por la pregunta, lo callé con un beso. Me agarró de los hombros y re-preguntó ahora serio. De vuelta me reí. Soy ridículamente chica para él. El freakea y no lo culpo. Nunca se cogió a una 21 años menor y como dije por acá, 17 años fue mi límite.

Tocaba en los lugares justos, me volvía loca. Cintura, cuello y caderas. Me clavaba los dedos decidido. Sabía lo que hacía. Nos reconocíamos, nos recorríamos. Le bajé el boxer de una y me arrodillé. El primer contacto: la tenía du-rí-si-ma. Me subió ese rush de adrenalina que se instaló justo en el clítoris.  Me concentré en lo importante, su pija. Le pasé la lengua desde la cabeza hasta el final del tronco.

Lo saborié, me detuve un rato en la cabeza, se la chupé mientras lo pajeaba. No paraba de gemir y yo me envalentonaba cada vez más. Me la mentía entera, me importaba todo una mierda. Hizo un esfuerzo apra no dejarme seguir y dijo "Ahora me toca a mí". Me levantó de las axilas y me tiro para atrás, caí de espaldas en el sommier. Se arrodilló a los pies de la cama y me arrastró hasta el borde del colchón. Ahogué un gritito en señal de rebeldía. Me examinó y sentenció. "Esto va a estar bueno".

Me retruerzo, le escapo. Trato de alejarme como puedo, es un acto reflejo que tengo cuando me dan mucho placer junto. No soporto que me hagan buenos petes. "A donde vas chiquita?" Tiene fuerza. Me tira de los tobillos y vuelvo a la posición original. Sigue; lengua, dios, dedos, Dios, todo junto, DIOS. Medio que me quiero asfixiar con las almohadas, grito de placer, se me ponen los ojos en blanco y acabo. Me late la existencia misma, soy pura y exclusivamente sangre bombeando. Se tira a mi lado, le sonrío al techo y me empiezo a reir. "Te gustó?" me pregunta. No le contesto y me sigo riendo, le contagio la risa.  Ataque de risas. Mientras, pasa el brazo por atrás mio. Giro para él y pongo una pierna arriba de la suya. Lo empiezo a pajear porque la cosa recién empieza.

Después de esto lo único que quiero en todo el mundo es que me entierre la pija hasta el fondo.