pero lo hacemos igual

02 diciembre, 2013

Ella que siempre me va a poder

Nos conocimos en el último año de secundaria, ella ya me gustaba mucho incluso antes de que pasase algo entre nosotros. Bah, no es que me gustaba, me calentaba muchísimo. Me calentaba que todos le tuvieran ganas y que ella le tuviera ganas a todos, su pollera de jean, que siempre esté de fiesta, que le guste la cumbia y que yo nunca sepa bailarla. Fue mi amor de verano y poco más. Yo a ella le di curiosidad y se quedó por la piel. Porque eso teníamos, mucha piel. Éramos un fuego y nos calentábamos mucho cada vez que nos besábamos, las respiraciones eran agitadas y siempre nos apretábamos los cuerpos muy fuerte casi con desesperación. Es más, fue ella la que me avanzó y me abrazó el cuerpo para que la apoye más fuerte sobre la pared en la que siempre apretábamos. Me acuerdo que en esa hipercalentura que teníamos descubrí que me gusta morder un poco los labios cuando beso. A veces me ponía tan caliente que me la pasaba tocándola y le dejaba marcados chupones en el cuello.

Un día el verano se terminó y ella me terminó a mi. Su desinterés multiplicó todo lo que ya me gustaba (típico que te gusta alguien a quien no podés tener). Nunca supe qué es lo que me gustaba, porque no compartíamos muchas cosas y no hablabamos más que de boludeces, pero la verdad es que me costó sacármela cabeza. Me siguió gustando durante mucho tiempo incluso después de que terminó el verano. Y cuando digo "durante mucho tiempo" es porque todavía hoy por hoy si me la ponés enfrente quiero besarla y sentirla. 
Si digo "siempre me va a poder" es porque desde el momento en que cortamos quiero volver a tener algo con ella. Quiero tanto que vuelva a pasar cualquier cosa entre nosotros que incluso fue ella la razón por la que fui infiel por primera vez en mi vida; solo escribió algo como "Luc, quiero verte" y yo respondí "Dale, dónde estás?" sabiendo completamente qué iba a pasar. Así de mucho quiero que pasen cosas entre ella y yo. 

No sé por qué es que ella me puede tanto, incluso ya pasó bastante tiempo desde ese primer primer verano, yo ya sé que ella no me gusta, ella sabe igual, y todavía hoy en día se nos hace muy difícil mantener una conversación porque seguimos sin tener temas en común. Pero cada tanto volvemos a hablarnos, a ver si por alguna casualidad se alinean los planetas y cumplo la fantasía de verla toda desnuda por primera vez.

4 comentarios:

Rocío. dijo...

Me pasa exactamente lo mismo. Es increíble lo que nos tira la piel.

rodrigo.- dijo...

Lejos tu mejor historia chabón.

Eli dijo...

Bendita química.

Creo que siempre está bueno tener esas historias que sabés que están hechas meramente de piel, medio inconclusas, a las que de alguna forma siempre se termina volviendo.

Hoy me diste ternurita Luc.

José A. García dijo...

Lo bueno de la calentura de la adolescencia es no perderla y seguir usándola...

Saludos

J.