pero lo hacemos igual

26 noviembre, 2010

El profe

Estábamos con mi primera novia atravesando la parte primaveral y académica de la relación, descubriendo el sexo en todas sus formas y llevándonos muy bien, además de compartir el gusto por esta bandita que antes estaba buena pero en el segundo disco se fue al tacho: Miranda.

Así tan bien estaban las cosas, que en un recital por $12 que vimos en un teatrucho de San Isidro para no más de 50 personas, la banda estaba cerrando las presentaciones de Es Mentira! a la vez que adelantaban en vivo un poco de lo que sería Sin Restricciones.

Cantábamos las conocidas y las nuevas las escuchábamos testeando. Y entre esas nuevas, arranca una que sonaba muy arriba. No conforme con volverse loca al escuchar la letra que venía bien hot, estalla de calentura cuando suena la parte de Yo quiero que te toques para mí/quiero tocarme y acabar en tí tanto que al terminar el tema, extasiada, se da vuelta y me confiesa que quería que la acabe toda.

Yo no me negué.